Roberto Bravo continua con el legado de uno de sus maestros, Claudio Arrau, quien se dedico a enseñar a las mas jovenes, como tambien de su estilo de interpretacion.
Bravo saca del instrumento un sonido noble y lleno, apoyándose
en el peso de las manos y los brazos en lugar del sonido percusivo
de los dedos. Temperamentalmente su actitud combina la pasión
con la sobriedad. El artista sabe cómo intensificar
su entrega sin distorsionar el sonido ni la línea,
apoyándose en la distensión del fraseo en vez
de aumentar la velocidad o el volumen. Mr. Bravo posee una
técnica lo suficientemente importante como para enfrentar
los Cuadros (Moussorgsky) sin vacilaciones.





















